GENERALIDADES : SALUD Y DANZA


Concepto de salud 

En una época en que la que el porcentaje de adultos mayores aumenta en numerosos países, es de suma importancia considerar como incrementar la calidad y los años de vida sana. Es así, que muchas naciones han respondido al desafío de desarrollar e implementar nuevas políticas para promover un envejecimiento saludable. Una vejéz saludable se describe como un proceso de vida que optimiza las oportunidades de la persona para implementar y preservar su salud, su bienestar físico, mental y social, así como su independencia y calidad de vida (Peel 2005).

Por su parte, la Organización Mundial de la Salud ha definido en 1968 la salud como un estado de completo bienestar no solamente físico, sino también mental y social o como la capacidad de funcionar de manera óptima en el entorno individual (adaptación al medio) y no necesariamente como la ausencia de enfermedad. En esa perspectiva, la danza contemporánea con sus fundamentos teóricos, técnicos y pedagógicos particulares, se inscribe en esta búsqueda de bienestar global (físico, mental y social) de la persona.

Sobre la danza contemporánea

Partiendo del principio según el cual codificar un gesto significaría suprimir nuevas formas de percibir y de actuar, la danza contemporánea propone un trabajo de exploración del movimiento por el movimiento, favoreciendo de este modo la emergencia de un amplio espectro de movimientos a partir de los recursos propios de cada individuo. La danza contemporánea no es entonces una succesión de formas preestablecidas o de pasos aprendidos de memoria, sino más bien una danza que se construye en permanencia a partir de la singularidad de cada persona, lo que conlleva la posibilidad de ver la aparición de una diversidad de vocabularios gestuales.

Esta manera de trabajar el cuerpo a partir de los recursos individuales de cada persona, es sin duda alguna, lo que vuelve la práctica de la danza contemporánea potencialmente accesible a un público muy diverso, mucho más allá del ámbito puramente artístico. Es importante subrayar aquí, que si bien las metas finales perseguidas por la práctica de la danza contemporánea no serán necesariamente las mismas según el campo de aplicación y las características del público implicado, los fundamentos que sustentan su práctica permanecen invariables.

Danza y adultos mayores 

En el caso de los adultos mayores, la práctica de la danza contemporánea nos permite trabajar la motricidad del adulto mayor desde una perspectiva totalmente diferente y de construir y dirigir una mirada nueva hacia los adultos mayores y la vejéz en general. En efecto, gran parte de los estudios sobre el envejecimiento, asocian a la palabra “vejéz”, las palabras “deterioro, disminución, pérdida de, incapacidad”. En contraparte, la danza contemporánea, permite ver a los adultos mayores desde una perspectiva en la que es posible hablar en términos de potencialidades y de habilidades (motrices, cognitivas y sociales) que a menudo son subestimadas o simplemente inexploradas. Así, el contexto (físico, emocional y social) proporcionado por la danza contemporánea, es un contexto en el que el participante puede explorar y encontrar a través del movimiento danzado e improvisado una manera muy personal de permanecer en contacto con su cuerpo, con las emociones del momento y de expresarlas siguiendo un estilo de movimiento propio directamente relacionado con su experiencia y su vivencia personal.

Respetuosa de la singularidad de cada persona y preocupada de la autenticidad y espontaneidad del movimiento, la danza contemporánea y su trabajo de improvisación, se revelan como una herramienta muy valiosa no solo en el ámbito artístico, sino igualmente en el ámbito de la educación, de la salud y de la rehabilitación.